Cuéntame un cuento

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Microcuentos

Es época de cuentos, de inventar finales felices, de superhéroes que vencen a los villanos, de fábulas que nos enseñen a vivir mientras nos ahogamos.


Siéntate a mi lado y cuéntame un cuento. Tomaremos café en la casa de piedra  de los tres cerditos, esa que el lobo no derribó, pero que está pendiente de embargo.

Llama a Caperucita de mi parte, seguro que viene que ahora está en paro. Acabó la carrera pero vive con su abuela, porque ni siquiera tiene un contrato precario y sólo trabaja de noche, algún  fin de semana, poniendo copas en un garito de barrio.

Es época de cuentos y no me llames cuentista, que no es cosa mía, que hasta David el Gnomo, me lo dijo el otro día y él es viejo y, por lo tanto, sabio.

Ya está  muy mayor el hombre y vive en un geriátrico, porque talaron el árbol centenario que le dió cobijo toda la vida, aquel del paraje natural protegido donde vivía con su esposa, que  ya está fallecida. Ahora han construido un campo de golf  a pesar de la sequía y la clase pudiente golfea donde él vivía.

Cuéntame un cuento que me lo crea, que me haga soñar, que me divierta.

Si lo prefieres saldremos de copas, un sábado por la noche hasta el amanecer y así, cuando llegue el domingo, dejaremos flores en la tumba de La bella durmiente, que esta semana se cumplen tres años desde que se fue. El príncipe le salió rana y a la pobre la mató, horas antes de que la jueza, la orden de alejamiento firmara. Pobrecilla Bella durmiente, ahora sí que duerme para siempre.

Invéntate un cuento que tenga colores que pueda ver con los ojos cerrados, donde suene la música en silencio y donde pueda instalarme al menos durante un rato.

Si no se te ocurren ideas, pídele consejo a Alicia, la del país de las maravillas que vive en un mundo imaginario y a la que sus padres, hace ya tiempo que internaron.

Decía que veía conejos y que las cartas de la baraja le hablaban, y hasta temieron por su vida cuando no paró de repetir una y otra vez, ¡Que le corten la cabeza!

Pero yo sé que es buena gente, una chica incomprendida, que sólo buscaba escapar, para vivir en un cuento y quedarse allí de por vida.

Cuéntame un cuento fácil, por difícil que te resulte, pero cuéntamelo ya, que esta realidad me hunde.

 

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