Vivir en círculo

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Cuadro del Pintor Juan Romero  

De todo un poco...

Hace algún tiempo que vivo en círculo, sin mirarme el ombligo pero sin ventanas para ver el paisaje. Un círculo grande donde caben muchas cosas pero que siempre son las mismas. Cuando salgo a dar paseos, la meta está en el punto de partida y no sé si acabo de llegar o estoy saliendo. Es como si la vida fuera un solo camino de una sola curva, muy cerrada y pronunciada. Intento avanzar pero vuelvo al mismo sitio porque los giros de trescientos sesenta grados es lo que tienen, que no cambian las cosas a pesar del esfuerzo.

Cuando lo comento con los vecinos me dicen que es cosa de la crisis, que se escribe con “c” y que se mira tanto al espejo que se encuentra con otra “c” y  ambas, al mirarse, se cierran en un  círculo gigante, donde  todos hemos quedado atrapados sin comerlo ni beberlo, sin pretenderlo si quiera, y sin escapatoria posible. ¡Ah, claro! Por eso le llamaron la burbuja inmobiliaria, ahora caigo.

Para algunos es la situación ideal porque nadan como pez en el agua en este círculo vicioso, de puro vicio financiero, pornografía económica no apta ni siquiera para adultos. A río revuelto ganancia de pescadores y aquí hay tal revoltijo que hay quien ni se molesta en echar la caña para pescar, se compra el río o lo expropia o lo embarga.

A veces pienso que no es tan malo, que hasta sería peor tener la mente cuadriculada, perderse en una espiral, ser el pico de un triángulo o la base de una pirámide soportando todo el peso.

Pero me mareo, no estoy yo hecha para que la cabeza me dé vueltas cada vez que pretendo ampliar horizontes o buscar ilusiones. Y andar por la vida dopada con “biodramina” no es lo que yo quiero por muy claustrofóbica que sea esta realidad.

Así que no sé qué hacer  si  romper un poco el círculo  a riesgo de que salgamos todos disparados sin control, como un globo al que se le escapa el aire,  o intentar moverme pegando brincos dentro de mi enorme círculo como si fuera una gran pelota, dejándome llevar por la fuerza de la inercia a no se sabe dónde.

La cabeza me da vueltas, vivo en un círculo que me marea y no puedo pensar con claridad.  Necesito salir ya, me estoy ahogando.

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