Reinventarse

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De todo un poco...

Me he reciclado, he hecho de mí misma alguien igual pero diferente, del mismo material pero mejor aprovechada, de la misma esencia pero transformada.

No soy ni de papel, ni de plástico, ni tan siquiera soy tan sólo materia orgánica pero, me he reciclado. Me sometí a una auditoría y me pedí explicaciones. Unas me convencieron más que otras pero todas fueron necesarias para separar lo aprovechable de lo desechable. Separé lo que quería conservar y me deshice del resto. Y en el pozo de mi crisis, en aquel lugar oscuro, toqué fondo, pasé frío y tuve miedo, hasta que comprendí que el suelo de mi agujero negro me podía servir para impulsarme y subir hacia arriba, esta vez sí, porque hubo veces que incluso subí hacia abajo por increíble que parezca. Ahora soy yo misma,  sin haber dejado de serlo nunca, pero reinventada, libre de materiales pesados. Ahora floto si no quiero bucear y me moldeo como la plastilina.

El reciclaje de uno mismo es un proceso sumamente interesante, lo recomiendo a todo el mundo. Gracias a él  he comprendido que no soy el envase del perfume, ni siquiera soy el líquido que alberga dentro, ahora sé que soy el aroma, lo que  convierte al perfume en único, lo que me hace ser una sola en un mundo con millones de olores. No soy un código de barras, no tengo precio que pueda pagarse, no pago el precio que dicen que valgo. Ahora soy una gata que ha escapado por la ventana y mira el mundo desde los tejados. Ahora soy de un material más ligero y resistente. Flexible como un junco y mucho más impermeable que antes, que tantas necedades me calaban hasta los huesos.

Me he reinventado con los trozos que pude aprovechar de mi reciclaje personal y ahora soy tan nueva como vieja,  con toda la vida por delante.

Soy un Ave Fénix.

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