Cuando se trata de ti
Fotografía: Francesca Woodman
Cuando se trata de ti, el mundo está del revés, pero nada se cae por efecto de la gravedad. Puedo dar vueltas y vueltas y no marearme. No hay viento que me agite tanto como tu aliento en mi nuca.
Ni leyes físicas, ni viento, ni brisa.
Cuando se trata de ti, no me importa ser la víctima de tus robos, porque robar suspiros no está penado, y los jadeos te los regalo, para que hagas malabarismos con ellos en tus lascivas noches a solas.
Ni normas, ni leyes, ni delito, ni víctima.
Cuando se trata de ti, hasta me laten los corazones que dibujo en un papel junto a tu nombre. Y los garabatos que pinto mientras te pienso, son obras de arte de tu recuerdo.
Ni promesas, ni cajones compartidos.
Cuando se trata de ti, la distancia es el deseo, el agua no calma la sed y ni el propio fuego del infierno me quema, acostumbrada como estoy a tu cuerpo.
Ni precedente, ni pasado, ni futuro.
Cuando se trata de ti, me vuelvo carnívora en mi dieta vegetariana. Sólo creo en el Dios de tu sexo y venero el altar de nuestra cama.
Ni pecado, ni moral, ni penitencia.