El mejor lugar del mundo
Un lugar cálido y acogedor con vistas a tus ojos.
Un lugar confortable como el útero materno.
Hice un viaje gratis pero de cinco estrellas.
De ida y vuelta, aunque yo sólo pensaba en quedarme.
Me dejaste instalarme y no me importó el equipaje, tu piel me alimentaba y tu calor era mi abrigo.
De noche, con estrellas o sin ellas, qué más da, me dormí acurrucada en tu regazo, mecida por el suave escalofrío que me produce el roce de tu tacto.
Quiero mudarme y ser ciudadana de tu piel, sin pasaporte ni extradición, sin hipotecas ni intereses.
Quiero vivir allí hasta que el tiempo reinvente el mundo o hasta que el mundo reinvente el tiempo. Por siempre y hasta nunca. Con el olor de tu perfume como mi droga.
¿Sabes? Esta mañana desperté pero aún sigo soñando.
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