El ojal
Ojal soy para ti que eres botón.
Cremallera prefieres tú que seamos los dos.
A veces te abrocho y otras no,
dejando un espacio entre tú y yo.
Tú me quieres para siempre
y yo te quiero para hoy.
Mañana, tal vez te abroche
o tal vez no.
Si cremallera fuéramos, mi amor,
y algún día se rompiera,
no olvides que una cremallera rota
no tiene arreglo aunque tú quisieras.
Pero si se descose el botón,
yo te prometo amor mío
que daré puntadas con hilo,
con hilo de la pasión.
Botón y ojal son dos en uno
y me gusta de esta manera,
aún me duele el pellizco
de mi última cremallera.
Dime cariño si quieres
que esta noche yo te abroche
o si tal vez prefieres
que la luna a ti te arrope.
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