Me llaman loca
Me llaman loca porque muerdo la rabia y la hago jirones, exhibiendo mis miserias, cuando ellos se las guardan.
Porque paseo descalza en invierno para sentir el frío de la escarcha por las mañanas.
Porque espero sin esperar nada a cambio y, en cambio, desespero de desesperanza.
Me llaman loca por no llamarme libre, auténtica, transparente, salvaje o clara.
Porque no me maquillo por las mañanas y por la noche no duermo, porque sueño despierta.
Me llaman la loca de la lengua sucia porque escupo lo que sus mentes piensan.
Porque corrompo la ley y el orden con mi desorden y mi anarquía les incomoda.
Porque me da pereza pensar excusas o disfrazar de piadosas mis mentiras y las muestro desnudas, sin pudor, para ofender sus desgastados principios.
Porque seduzco a sus puritanas conciencias que, en secreto, se rinden ante mi desnudez.
Porque soy bella y me fustigan, cuando en el fondo me desean.
Me llaman loca porque le corté el pelo a mis muñecas y les quité la ropa y jugué con ellas a vivir cada día como si fuera el último, pero con la curiosidad del primero.
Porque tengo gatos que alimento y perros que me adoran.
Porque vuelo como los pájaros que ellos encierran en sus jaulas.
Porque son ellos los animales disfrazados de personas.
Me llaman loca porque les molesto y, al mismo tiempo, les atraigo como un imán.
Porque soy como un espejo que les devuelve sus anoréxicas miradas.
Porque lloro de alegría, porque no tengo dogma, porque nado río arriba, porque me como primero el postre, porque vivo el presente, porque no tengo una cuenta en el banco, porque tengo mala memoria para el rencor, porque mi ojos dicen siempre lo mismo que mis palabras, porque creo en el amor, porque mando cartas con sellos …por todo eso me llaman loca y loca quiero ser si eso significa ser distinta a ellos.